China-Europe Railway Express: una Alternativa Confiable y Segura al Transporte Marítimo
En un contexto geopolítico en evolución y con un panorama logístico en continua transformación, el China-Europe Railway Express (CER Express) está emergiendo cada vez más como una alternativa confiable y conveniente al transporte marítimo entre China y Europa, ofreciendo mayor seguridad, tiempos de entrega más rápidos y costos reducidos.
Inaugurado en 2011 como uno de los proyectos clave de la Belt and Road Initiative (BRI), el China-Europe Railway Express (CER Express), también conocido como “Xin’ou Lianyun”, es un servicio de transporte ferroviario de mercancías que conecta China con Europa y que se propone el ambicioso objetivo de revolucionar el panorama logístico entre las dos regiones, ofreciendo una alternativa rápida, confiable y conveniente al transporte marítimo tradicional.
Durante años ha sido criticado por muchos, especialmente en Occidente, y considerado como una iniciativa de carácter más “simbólica” que de real importancia comercial. Sin embargo, los acontecimientos que han desestabilizado el escenario geopolítico mundial recientemente, y en particular la crisis en el Mar Rojo que ha interrumpido gran parte del tráfico que pasaba por el Canal de Suez, han impulsado a muchas empresas europeas a buscar alternativas fiables al transporte marítimo que puedan proporcionar estabilidad y previsibilidad a las cadenas de suministro internacionales, y a reevaluar así el China-Europe Railway Express.
Según China Railway, el China-Europe Railway Express operó 2,928 trenes solo en los primeros dos meses de 2024, transportando 317,000 contenedores equivalentes a unidades de 20 pies (TEU), con aumentos respectivos del 9% y del 10% interanual. La red se ha ampliado para cubrir 120 ciudades en China y llega a 219 ciudades en 25 países europeos.
Y este auge parece atribuible, precisamente, sobre todo al mayor aumento de la demanda procedente de los países europeos.
La creciente popularidad del servicio de transporte ferroviario de mercancías se debe a su seguridad, confiabilidad y resiliencia a las interrupciones externas. A diferencia de las rutas marítimas, sujetas a la piratería, las condiciones meteorológicas adversas y las tensiones geopolíticas, el corredor ferroviario terrestre China-Europa ofrece una alternativa más rápida, segura y estable.
Los problemas de seguridad se reducen significativamente a lo largo de la ruta ferroviaria porque evita los cursos de agua sujetos a la piratería y las zonas de conflicto potenciales. Esta garantía de seguridad es particularmente interesante para las empresas que necesitan transportar mercancías y cargas de alto valor.
Además, los servicios de transporte ferroviario de mercancías ofrecen entregas puntuales que minimizan las interrupciones en la cadena de suministro. Por lo tanto, las empresas pueden gestionar mejor su logística con salidas programadas y tiempos de tránsito específicos, reduciendo el riesgo de retrasos e incertidumbres que prevalecen en el transporte marítimo.
El servicio de transporte ferroviario China-Europa también permite ahorrar considerablemente tiempo y costes de transporte. En respuesta a la crisis del Mar Rojo, muchas compañías de navegación han tenido que redireccionar sus rutas a través del Cabo de Buena Esperanza en Sudáfrica. Esta medida, que añade 14 días a los viajes normales de contenedores de este a oeste y 18 días a los petroleros, se traduce finalmente en mayores costes. Un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo de febrero mostró que las tarifas de envío desde Shanghái a Europa mediante transporte marítimo se triplicaron desde noviembre. Este aumento de los costes ha reducido la ventaja de precio tradicionalmente asociada al transporte marítimo; de hecho, actualmente el transporte de mercancías por ferrocarril desde China a Europa es aproximadamente un 30% más barato que el transporte marítimo. Incluso en términos de eficiencia, los ferrocarriles tienen una clara ventaja sobre el transporte marítimo: hoy en día, los trenes de carga China-Europa tardan aproximadamente 12 días, mientras que el tiempo de tránsito normal por mar es de 35 a 45 días.
Finalmente, el servicio se está diversificando más allá del simple ferrocarril, con rutas de transporte integradas mar-ferrocarril que enriquecen la conectividad. Un reciente envío de calentadores de agua eléctricos desde Tailandia a Alemania, que atravesó Laos, Vietnam y China, ejemplifica los resultados logísticos obtenibles con este enfoque multimodal. De hecho, la línea ferroviaria no compite con el transporte marítimo, sino que lo complementa.
Esta expansión subraya el papel cada vez mas importante del servicio para facilitar un transporte de mercancías más rápidos y seguros para el comercio China-UE, en un contexto de retos y cambios continuos en la dinámica de la logística global.
Fuente: por la Redacción de Exportamos, info@exportamos.info