Innovación bajo Presión: los Desafíos de la Industria Tecnológica Israelí
El impacto combinado de la recesión global, los conflictos regionales y las turbulencias políticas ha puesto a prueba el sector de alta tecnología, que constituye la columna vertebral de la economía israelí. Sin embargo, el gobierno de Israel está respondiendo con iniciativas ambiciosas para revitalizarlo.
Israel cuenta con el segundo ecosistema tecnológico más grande del mundo, solo superado por el de Silicon Valley. Este sector es particularmente importante para el país de Oriente Medio, ya que, en la última década, se ha convertido en la joya de la corona de su economía, representando el 18% del producto interno bruto y empleando, directa o indirectamente, al 14% de la fuerza laboral asalariada. Además, el sector tecnológico es responsable de más de la mitad de las exportaciones, y el país obtiene 50 mil millones de shekels (aproximadamente 12 mil millones de euros) al año de este sector.
Sin embargo, la industria de high-tech ha sufrido mucho en el último año y se encuentra actualmente en una situación de grave dificultad.
La tendencia a la baja comenzó en la segunda mitad de 2022, en el contexto de una recesión general de los mercados globales causada por la guerra en Ucrania y el consiguiente aumento de la inflación.
Sin embargo, mientras que varios otros mercados han comenzado a mostrar signos de recuperación, los primeros datos de 2023 parecen indicar una prolongación de la crisis de la industria israelí, inicialmente provocada por las preocupaciones generadas en el sector debido al controvertido intento de reforma judicial presentado por el Gobierno, y luego por la escalada de los conflictos armados en la Franja de Gaza.
En un contexto en el que cada día de guerra cuesta 250 millones de dólares y hay dificultades para obtener capitales y personal, el sector tecnológico, verdadero motor de la economía, está atravesando un período particularmente difícil.
El informe The State of Hi-Tech 2023 de la Autoridad de Innovación de Israel ha destacado una marcada disminución de la financiación de la industria de alta tecnología, con más del 70% menos en comparación con 2022. Actualmente, la mayor parte de la financiación para el sector proviene del extranjero, de modo que las inversiones extranjeras en Israel representaron el 75-80% de las inversiones totales en el bienio 2021-2022. Si bien esto destaca el atractivo de la tecnología israelí, también expone al sector a riesgos y fluctuaciones durante períodos de inestabilidad política o de seguridad. La Autoridad de Innovación y el Ministerio de Finanzas consideran que la alta dependencia del sector tecnológico de los inversores extranjeros ralentiza el desarrollo, subrayando que los estudios demuestran que los pequeños mercados, lejos de sus inversores, tardan más en recuperarse después de situaciones de choque. Al mismo tiempo, señalaron que las instituciones israelíes invierten relativamente poco en el capital de riesgo local en comparación con sus homólogos estadounidenses: solo el 0,6% de los activos, en comparación con el 2,4% en Estados Unidos. Además, solo la mitad de los fondos utilizados por los inversores institucionales israelíes se invierten localmente, en comparación con el 62% en Estados Unidos. Los inversores institucionales asiáticos invierten el 80% de su capital de riesgo en fondos locales.
El mismo informe también destacó que más del 50% de las nuevas empresas fundadas en marzo de 2023 fueron constituidas como empresas extranjeras, en lugar de israelíes: menos startups israelíes significan una menor recaudación de impuestos para el gobierno.
En un intento por contener una situación que se está descontrolando peligrosamente, en el marco de la propuesta de presupuesto 2024, el Ministerio de Finanzas de Israel está tratando de ofrecer dos nuevas medidas de asistencia para el sector.
La primera, propuesta por la Autoridad de Innovación de Israel, prevé la creación de un fondo para startups de quinientos millones de shekels (125 millones de euros). Este fondo está destinado a inversiones en startups en etapas iniciales enfocadas en la llamada “deep tech”, es decir, iniciativas basadas en desarrollos científicos revolucionarios, con una amplia influencia, en lugar de áreas de inversión populares como la ciberseguridad y el software. Según el plan, el Gobierno invertirá hasta el 60% de la financiación hasta 1 millón de NIS (266.600 dólares) para empresas en etapa pre-semilla; hasta el 50%, con una subvención adicional de 5 millones de shekels (1,3 millones de dólares) para empresas en etapa de semilla y hasta 15 millones de NIS (3,9 millones de dólares) en rondas de hasta 50 millones de NIS (13 millones de dólares) para rondas de Serie A. Si las empresas incluyen a mujeres empresarias, haredíes, árabes o provenientes de la periferia, la subvención aumentará en un 10%.
La segunda medida propuesta tiene como objetivo aumentar la presencia de inversores institucionales israelíes en la financiación de startups, en un intento por reducir la dependencia de fuentes externas.
Estas medidas, si se implementan con éxito, podrían proporcionar el apoyo necesario para devolver la prosperidad al ecosistema tecnológico israelí, demostrando la resiliencia y la adaptabilidad de un sector crucial en tiempos de cambio y desafío.
Fuente: por la Redacción de Exportamos, info@exportamos.info